Estudiantes cordobeses construyendo la Reforma Universitaria del 1918, estudiantes junto a los trabajadores en el Cordobazo, estudiantes secundarios chilenos haciendo la Revolución Pingüina, estudiantes mexicanos, bolivianos y argentinos peleando por su Universidad, estudiantes en Bs. As. tomando sus escuelas.....
Raíces latinoamericanas, raíces de justicia, libertad e igualdad, raíces humanas, raíces con savia/sangre que no coagula, raíces que auguran flores de primavera, raíces que se nutren de cada lucha, de cada compañera y compañero.
Son esperanzas, encuentros, pensamientos, acciones, sueños y realidades, encarnados en aquellas personas que no dejan de resistir el mundo que no elegimos y de insistir en la construcción de uno nuevo, para todos y todas.
Hay quienes se ocupan y se han ocupado de cortar brotes, negar las raíces, no permitir que se alimenten; pero nuestras raíces tienen la extraña característica de la inmortalidad quizás porque nunca han dejado ni dejarán de moverse en la búsqueda de árboles de crecimiento sin límite.
Esas raíces en movimiento saben que somos much@s l@s estudiantes de nivel secundario, terciario y universitario que pensamos en organizarnos para conseguir una educación verdaderamente pública, gratuita, de calidad y para el pueblo.
Cada compañera o compañero con quien nos encontramos en esta búsqueda reverdece aun más las raíces y comienzan a moverse con más ímpetu. Te estamos esperando en la continua construcción del Movimiento Estudiantil.
"VAMOS A CONTESTAR UNA Y MIL VECES QUE SÍ, QUE SÍ SE PUEDE". Ernesto "Che" Guevara
Lo conforman hasta hoy:
Estudiantes del Colegio Cassaffousth, del Instituto de Educación Córdoba, del San José
sábado, 7 de agosto de 2010
ORGANIZARNOS PARA LUCHAR
Hemos elegido organizarnos para luchar. Tenemos un objetivo común que nos une, que le da sentido a nuestra lucha y es allí dónde nos encontramos. Entendemos que cada uno de nosotros podría encarar individualmente esa lucha, pero sabemos que solos es más difícil lograr los cambios, que caeríamos en un estado de continua impotencia y frustración. Estamos convencidos que los cambios son reales sólo con la organización.
En la organización, aquellas individualidades que por no ser suficientes antes provocaban impotencia y frustración se ensamblan unas con otras por un objetivo común. Se hacen más fuertes entonces, son ahora pronunciamientos de esperanza, alegría, y de revoluciones. Pero esto no significa que uno deja de ser quien es. Lo colectivo jamás le puede pasar por encima a lo individual, ya que lo colectivo se construye desde los aportes de cada individualidad. Vamos creando a lo colectivo a la vez que nos recreamos nosotros mismos. Empezamos a crecer, nos reconocemos como compañeros. Cada uno se nutre con la visión del otro, y así se nutre el espacio de organización.
Para ser parte, para sentirse parte no hace falta cumplir con ningún requisito. No será necesario pasar ninguna prueba porque la palabra de cada uno vale, las ideas de cada uno valen. No hay quién sea más importante que el otro si todos nos encontramos aquí luchando por lo mismo. Aunque si es significativo reconocer que de las individualidades van a surgir diferentes roles al interior del grupo y es eso también lo que nos va permitiendo organizarnos. Porque cada quien aporta desde dónde se siente más seguro, más cómodo. El lugar que cada uno ocupe, el rol que cada uno asume, es lo que hace que espacio funcione. De esta forma surge un “nosotros” sinónimo de encuentro, de inclusión, de participación, de compañerismo, de respeto, de confianza, y de unidad.
LA LUCHA COMO OPCIÓN DE VIDA
Somos aquellos que se sienten pellizcados cuando cuándo vemos, escuchamos y vivimos injusticias. Somos de los que se indignan, denuncian y protestan, somos de esos que decimos “-pero algo hay que hacer-”. No aceptamos que este mundo se nos presente impunemente injusto. Cuando vemos la televisión, cuando caminamos por la calle, cuando viajamos en colectivo, cuando vamos al supermercado, cuando trabajamos, cuando estudiamos, somos testigos de cosas que no están bien y que no debieran ser. Y sabemos que tenemos que hacer algo, y entonces la lucha se convierte en una opción de vida que atraviesa cada momento.
LUCHAR POR NUESTRA EDUCACIÓN
Creemos que tenemos que luchar desde lo que estamos siendo y en los lugares en los que estamos siendo. No logramos concebir a la militancia como algo escindido en nuestras vidas, como algo que empieza cuando terminamos de cumplir con nuestras tareas. Para nosotros la militancia forma parte indiscutible de cada uno de nuestros días. Se convertirte en una forma de vivir. Hace que hoy, siendo estudiantes, luchemos por nuestra educación.
Creemos en una militancia integral, que nos permita reconocernos desde esta identidad para ser entonces conscientes que el cambio en educación inevitablemente debe ser construido por nosotros, hoy estudiantes. Sabemos que la educación que recibimos no es necesariamente la que queremos. Todo el tiempo se hace evidente que esta educación no fue pensada para todos y todas, que hay gente que nunca empieza la escuela, que hay gente que nunca la termina, que hay escuelas para ricos y escuelas para pobres. Y entendemos que eso no se trata de elecciones individuales sino de condicionamientos históricos.
Entendemos que es nuestra obligación hacer algo. Entre el jardín de infantes, la primaria, la secundaria, los estudios terciarios y/o universitarios (para quienes tienen la suerte) pasamos una buena parte de nuestras vidas dentro del sistema educativo, conocemos muy bien cuáles son sus defectos y perversidades. Y este deber de actuar se convierte en nuestra necesidad, porque se trata sencillamente de nuestros derechos. Si queremos otra educación somos nosotros los estudiantes quienes tendremos que hacer lo que nunca nos han enseñado: organizarnos y luchar por lo que sabemos que es lo justo.
Sabemos también que no podremos jamás cerrarnos en lo educativo, porque todas las esferas están interactuando todo el tiempo, que tendremos que estar atentos a los dinamismos y movimientos, porque la trasformación profunda de la educación no va a suceder sin las necesarias transformaciones en el resto de la sociedad. Nosotros hoy defendemos nuestra educación respetando y sabiéndonos compañeros de quienes luchen por otros derechos, porque en definitiva aportan a esa transformación global que soñamos.
POR EDUCACIÓN PARA LAS CLASES POPULARES
Quién intente analizar la composición del estudiantado probablemente llegue a la conclusión de que se constituye en un complejo sector de la sociedad. En su interior coexisten diversas clases sociales, aunque paradójica vez se tropiecen en un mismo edificio. Hay algo que los acopla y es un derecho. En la actualidad está escrito en más de un libro que todas las personas tienen derecho a la educación pero pareciera ser que cuando lo escribieron nadie pensó cómo hacer para que las personas tengan derecho al derecho.
Sucede que la educación está garantizada para unos pocos. Que mientras uno más asciende en los niveles del sistema educativo menos diversidad de clases sociales encuentra. Sucede que siniestramente la educación se convirtió en un bien más que se compra, se acumula y se vende. Que mientras uno menos pueda acceder en los niveles del sistema educativo menos oportunidades reales tiene.
Las mercancías nunca están al alcance de todos. Solamente llegan a ser las realidades de quién puede pagarlas. Entonces la educación como mercancía, como propiedad privada, excluye, segrega, niega, oprime y asesina. No es la educación que queremos.
Creemos que la educación es un derecho social, que debe estar al alcance de todos. Estamos luchando por una educación verdaderamente pública, gratuita y de calidad. Que sea democrática, en el sentido que sea un espacio de discusión y participación real de todos sus partes. Y por supuesto que sea accesible para todos y todas.
Entendiendo a la educación y a nuestra lucha reflexionamos que cada victoria, que cada paso en que avanzamos, es un aporte para las clases populares, para quienes no fue pensada la educación. Para los trabajadores ocupados y desocupados, en negro y en blanco, para los campesinos, etc.
¿POR QUÉ MOVIMIENTO ESTUDIANTIL?
Constituirnos en movimiento tiene que ver con nuestra identidad. Hay quienes piensan que un movimiento es algo más bien relacionado con la espontaneidad y con cierto nivel no tan preciso de organicidad. Sin embargo nosotros nos reconocemos como una organización en carácter de movimiento. Lo interesante es que dentro del movimiento pueden existir diferentes agrupaciones, participantes de centros de estudiantes, de espacios culturales, de movimientos políticos, etc.
Ser parte de Raíces en Movimiento es reconocer que estamos inmersos en una historicidad, es entender que nuestra lucha no empieza ni termina con nosotros. Que en realidad construimos para algo que va mucho más allá de una organización, que construimos para el Movimiento Estudiantil en su conjunto. Sí somos una organización pero nuestra lucha trasciende nuestra bandera. Y estamos orgullosos de que así sea porque eso nos permite ir construyendo en unidad y respeto.
Hemos decidido encontrarnos en este espacio estudiantes secundarios, terciarios y universitarios, porque si bien cada nivel tiene sus particularidades, este tipo de educación, actualmente mercancía, se convierte en una problemática que nos atraviesa a todos por igual. Creemos que es necesario empezar a pensarnos en conjunto, como el estudiantado de Córdoba y así poder hacer frente a lo que venga.
SOMOS UN MOVIMIENTO INDEPENDIENTE
Todas las propuestas y decisiones que tomamos se construyen entre los que participamos en el movimiento. No respondemos a ninguna estructura partidaria que nos diga que es los lo que tenemos que hacer ni decir, como así tampoco recibimos dinero de ningún ente.
Lo que discutimos, lo que vamos construyendo tiene que ver con lo que cada compañero va poniendo en cuestión, con las problemáticas que vivimos en nuestros lugares de estudio, con las noticias que escuchamos, con las inquietudes que van surgiendo. No es fácil, pero elegimos que así sea para que sea un espacio auténticamente estudiantil con las puertas abiertas a todo aquel que bregue por la misma educación.
Igual queremos aclarar que ser independientes no quiere decir que estemos en contra de los partidos políticos, que bien necesarios son. De hecho es posible ser parte de un partido político y formar parte de este movimiento también.
Los estudiantes secundarios, terciarios y universitarios de Córdoba nos proponemos la construcción permanente de un Raíces en Movimiento para todos aquellos que están dispuestos a sumar sus ideas y sus fuerzas a la histórica lucha por educación pública, gratuita, de calidad y al servicio del pueblo. Por medio de la construcción de unidad, de coherencia, de independencia y amplitud, esta organización pretende hacer el mejor aporte a la historia de luchas de nuestro pueblo buscando elevar bien alto las voces de quienes creemos que deben ser escuchados. Nuestra principal bandera es la defensa del derecho a la educación que necesitamos como pueblo y estamos decididos a poner lo mejor de nosotros en ese camino. Nuestras puertas están abiertas para esa construcción que no puede esperar.
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